La inflamación y el dolor son mecanismos de defensa del cuerpo. Gracias a estas respuestas se puede identificar e intentar reparar una lesión en cualquier lugar. Esto ocurre principalmente en los casos en los cuales estas respuestas duran poco tiempo y se autolimitan, sin embargo, muchas enfermedades ocurren como consecuencia de la pérdida en la regulación de esta respuesta. En este artículo se mencionan aspectos relacionados con la inflamación y el dolor y las formas en las cuales la apiterapia controla estos procesos.

¿Dolor? Aspectos básicos que debes conocer

La percepción del dolor es un proceso complejo e implica no sólo aspectos biológicos y propios del cuerpo, sobre este también influyen el medio ambiente, los alimentos que se consumen, el estado de ánimo de la persona y la construcción personal, cultural y social sobre el mismo. Gracias a la percepción de dolor el cuerpo es capaz de identificar agresiones, esto permite que, al caminar y sentir una puntilla, por ejemplo, el pie se retire para evitar el daño. El dolor también permite identificar que órganos o tejidos del cuerpo se estan dañando, como ocurre en el caso de una apendicitis. En términos generales el dolor se retira una vez el agente agresor se ha retirado y el tejido se ha reparado.

Muchas condiciones sin embargo producen dolor sostenido en el tiempo (más de 3 meses). En estos casos esta señal del dolor se transmite hasta el cerebro y produce memoria del dolor (es decir incluso si se repara el daño del tejido este sigue doliendo) y se sensibiliza a la percepción del dolor (es más fácil sentir dolor). Por este motivo los dolores crónicos siempre son más difíciles de tratar que aquellos que tienen una duración relativamente corta en el tiempo.

¿Por qué se produce la inflamación?

La inflamación es un proceso del cuerpo que le permite defenderse de agentes agresores y reparar los tejidos que se dañan. Su activación conduce a la movilización de células del sistema de defensas del cuerpo, producción de anticuerpos y proteinas, cambios en el flujo sanguíneo y producción de factores de crecimientos para remodelar el tejido dañado. Como consecuencia de la inflamación una herida abierta se puede reparar con rapidez.

La inflamación se activa por diferentes factores como las infecciones, heridas, respuesta al estrés, agentes químicos (por ejemplo, medicamentos que dañan las células), agentes físicos (por ejemplo, el sol), deterioro o envejecimiento de los órganos del cuerpo. En ocasiones la inflamación también puede ser producida por alteraciones del sistema inmunológico: se trata de las enfermedades autoinmunes.

La inflamación crónica no cumple su función reparadora, al contrario, produce el cambio de los tejidos normales por fibra no funcional, deteriora  y conduce a una mayor producción del dolor. Es decir, la inflamación, en la mayoría de los casos, está relacionada también con la presentación y persistencia del dolor.

La apiterapia control el dolor y la inflamación

La apiterapia (revisa qué es la apiterapia y para que sirve) es una herramienta terapéutica útil en el manejo de la inflamación y el dolor en diferentes enfermedades mediante una aproximación integral e impacto sobre diferentes mecanismos (Aprende leyendo las pruebas científicas que respaldan el uso de la apiterapia). Estas son cinco de las formas mediante las cuales la apiterapia contribuye a controlar el dolor y la inflamación:

  1. Modula la producción de sustancias químicas que producen inflamación.
  2. Controla la producción de anticuerpos dirigidos contra el propio cuerpo.
  3. Modula la señal de dolor que se produce en los tejidos del cuerpo y llega hasta el cerebro.
  4. Modifica la memoria del dolor en el sistema nervioso.
  5. Activa los mecanismos del cuerpo encargados de disminuir el dolor.

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Referencias bibliográficas

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