Artrosis de caderas: causas, consecuencias y recomendaciones.

Las caderas son las articulaciones del cuerpo que unen el tronco (columna) con los miembros inferiores (piernas). Su forma es esférica permitiendo una amplia gama de movimientos. La artrosis de caderas es el desgaste del cartílago en esta articulación. Se trata de un problema frecuente que afecta aproximadamente a 88 pacientes de cada 100.000 habitantes y al menos al 40% de la población mayor de 50 años. En este artículo se explorará lo necesario para entender este tipo de artrosis y cómo lograr mejorarla de forma natural.

¿Cuáles son las causas de la artrosis de caderas?

La artrosis de caderas es una enfermedad multifactorial, dentro de los elementos que explican su aparición se encuentran los siguientes:

• Edad. Una mayor edad está relacionada con un mayor proceso de envejecimiento en la articulación.
• Ser mujer. Los músculos que dan estabilidad a la articulación son más débiles en las mujeres.
• Peso. El sobrepeso y la obesidad son factores que incrementan el deterioro del cartílago de la cadera por la sobrecarga mecánica y el proceso inflamatorio que inducen.
• Genética. En algunos casos se presenta el antecedente de la artrosis de cadera relacionado con la información genética de la persona.
• Ocupación. Las actividades que implican sobrecarga y actividad excesiva en la articulación se relacionan con el desarrollo del desgaste de la cadera.
• Traumatismo. Los accidentes severos sobre la articulación afectan negativamente la calidad de las articulaciones.
• Displasia de cadera. La displasia del desarrollo de cadera genera anormalidades en todo el espectro de funcionamiento y desarrollo evolutivo de la cadera a lo largo de la vida. Las personas con displasia de cadera tienen mayor riesgo de desarrollar una artrosis de cadera incluso en edades tempranas.
• Alteraciones en la morfología de la cadera. Algunas alteraciones en la forma de la cadera conducen a una mayor sobrecarga articular y por tanto a un mayor riesgo de artrosis de cadera.

¿Cómo saber si se padece artrosis de caderas?

El síntoma inicial suele ser el dolor en la cadera afectada. En estadios leves e iniciales el dolor suele presentarse a nivel del glúteo y en la cara posterior del muslo generalmente luego de la primera actividad física del día. Con el tiempo el dolor se hace persistente a lo largo del día y afecta la cara anterior del muslo llegando incluso hasta la rodilla. Al final, el avance de la enfermedad y el dolor que produce incluso interrumpe el sueño y suele ser persistente con algunas variaciones en su intensidad.

Con el tiempo aparece la limitación funcional. Dado que la limitación es percibida cuando la alteración afecta las actividades cotidianas esta suele verse en casos en los cuales la artrosis se encuentra relativamente avanzada. Los movimientos que con frecuencia generan mas dolor son aquellos que permiten el cierre de las piernas o llevarlas hacia el abdomen.

Dentro del estudio de las personas con la enfermedad suelen realizarse radiografías, ecografía y ocasionalmente la resonancia magnética. Estos estudios permiten diferenciar la causa de los síntomas y el diagnóstico, debe tenerse en cuenta que no todo dolor de cadera necesariamente es artrosis. Otras causas de dolor en la cadera son las fracturas, inflamación de músculos y tendones, bursitis, infecciones y la ruptura de los tendones.

Recomendaciones para mejorar la artrosis de caderas

1. Evite actividades físicas que impliquen estar mucho tiempo de pie o sobrecarga de la cadera. La realización de actividad en bicicleta, el pilates y la natación son deportes útiles en la artrosis de caderas.
2. No abuse de los analgésicos. El abuso de medicamentos para el dolor puede ser un problema grave para muchas personas, algunas incluso generan adicción.
3. Prefiera el consumo de pescado de mar en cuanto sea posible. Este tipo de pescado contiene alto contenido de ácidos grasos omega 3, 6 y 9 que reducen la inflamación articular.
4. Consuma todos los días una porción de las siguientes frutas: fresas, moras, arándanos, papaya, piña, melocotón o durazno.
5. Introduzca en la alimentación habitual frutos secos, su contenido de ácidos grasos favorece la función articular.
6. Evite pensar, en la medida de lo posible, de forma continua en el dolor. Pensar en ello sólo incrementa la intensidad del dolor.

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Referencias bibliográficas

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